Se recomienda firmemente que el poliestireno expandido siempre esté protegido
por un material de recubrimiento. En grandes desarrollos (cubiertas
inclinadas), se recomienda el empleo de cortafuegos. Tomando estos factores en
consideración, se puede concluir que los productos de poliestireno expandido no
representan un excesivo riesgo de incendio ni destacan en un incremento del
riesgo de densidad de humos cuando se instalan correctamente en las
aplicaciones recomendadas.
Ahorro energético y protección del Medio Ambiente.
El poliestireno expandido, siendo un material de aislamiento térmico eficiente y efectivo, puede desempeñar un papel en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera, haciendo una contribución muy positiva para la disminución del calentamiento global. En su fabricación no se utilizan CFCs ni HCFCs como agentes de espumado, de modo que el EPS no causa ningún daño a la capa de ozono.
La energía utilizada para su fabricación (energía organizada) se recupera en seis meses por medio de la energía ahorrada en los edificios en los que se instala. Durante toda la vida útil restante del edificio, el EPS reduce sus requisitos de energía, exigiendo, por tanto, menos combustión de combustibles fósiles, lo que da lugar a que se genere una menor cantidad de CO2. Al final de su vida útil, se puede reciclar o bien puede recuperarse la energía térmica contenida en él mediante su incineración en plantas energéticas o de eliminación de residuos con un diseño adecuado, para la calefacción local o para la generación de electricidad. El EPS puede por tanto realizar una contribución positiva al medio ambiente global en el mundo.
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